¿Qué haces cuando eres incapaz de hacer algo bien? ¿Revisas por qué salió mal y corriges? ¿Antes de hacerlo planeas bien para evitar errores?
No. Lo lógico es: si no te sale bien, primero mientes sobre las razones y luego prohíbes que se vuelva a hacer.
O por lo menos esa es la lógica de nuestras autoridades: mentir y prohibir. ¿Es un derecho el que vas a prohibir? ¿es algo hasta normal en cualquier otro país? No importa. Mejor ni le muevan.
Basta ver lo que ocurrió en Ecatepec y la respuesta de su alcalde, Pablo Bedolla, el pasado fin de semana.
Como ya sabemos, el sábado se organizó un baile en el parque 30-30 de la avenida Revolución, un predio de dos mil hectáreas donde se realizan este tipo de eventos. Cinco horas de fiesta con Lupillo Rivera y la Arrolladora Banda Limón, entre muchos otros, al que –dicen- asistieron más de 20 mil personas y que terminó poco después de las cinco de la mañana.
Una fiesta que terminó con tres muertos y decenas de lesionados.
Las tres personas, como ya se sabe, fallecieron por el derrumbe de una barda, que tiraron miles de personas que trataban de huir de una balacera que se registró casi al final del baile. A empujones la tiraron y luego pasaron por encima de ella para salir del lugar, sin importar que hubiera gente abajo.
Y esto se sabe, porque hubo cámaras de seguridad que grabaron lo ocurrido.
La versión oficial del gobierno del estado y del ayuntamiento era otra, antes de que se pudiera ver lo filmado: es que eran muchos y trataron de salir de manera desordenada.
No. Hubo balazos, riñas y miles tratando de huir.
¿Dónde estaba la policía? ¿Quién vigiló que no se introdujeran armas? ¿Quién cuidó que no hubiera sobrecupo? ¿Quién evitó que se introdujeran bebidas?
Es decir, ¿dónde estaba protección civil?
Apenas se supo de los muertos, por supuesto escuchamos del gobernador Eruviel Ávila y del propio Alcalde la consabida frase de “se investigará a fondo, caiga quien caiga”. Y no duden que, en cualquier comento, alguien será detenido.
Lo que no deja de sorprender y hay que subrayar son dos hechos:
1.- ¿El alcalde no tiene responsabilidad política en lo sucedido? ¿Qué va a hacer para enfrentarla? Supongo que de renunciar ni hablamos. ¿Dónde queda el área de protección civil y su director? ¿No tienen, además de responsabilidad política, responsabilidad penal?
2.- ¿La solución es prohibir los bailes, como anunció el ayuntamiento? Ahogado el niño… ya saben.
Sorprende, pues, que de nueva cuenta veamos incidentes –con costo de tres vidas, no olvidemos- donde las autoridades no asumen ningún costo, donde suponen que como es una empresa privada, ellos no tienen responsabilidad. El concepto “responsabilidad política” simplemente no existe.
Por desgracia, cada vez suena más hueco este concepto. Cada vez parece más inútil invocarlo. ¿A quién le importan tres muertos? Son “sólo” 3.
(DANIEL MORENO / @dmorenochavez)