El vacío informativo que normalmente se genera las dos últimas semanas de diciembre y la primera de enero siempre sirve de pretexto a los periodistas para llenar los espacios con todo tipo de listas, según su especialidad: lo más relevante, los aniversarios, los mejores discos…
Permítanme hacer la mía y usar de pretexto el nombre que tiene este espacio para recuperar algunos de los temas que se quedaron sin resolver en el 2013. La única intención es recordarle a los responsables de cada tema que no olvidamos.
1.- Arranco con un aniversario: el 31 de enero se cumple un año de la explosión en la Torre de Pemex. ¿Cuándo nos van a decir qué pasó? ¿Quién fue el responsable? Misterio. La versión oficial sigue siendo que fue un accidente.
2.- Ya pasaron tres meses que Ingrid y Manuel golpearon las costas mexicanas. ¿Recuerdan que nos prometieron los nombres de los funcionarios que permitieron la construcción en zonas de reserva ecológica? Pues nada. Seguimos sin saber.
3.- Ya también pasó un año de que la Suprema Corte liberara a Florence Cassez (fue el 23 de enero). ¿Cuándo van a procesar a los responsables del montaje y el desaseo que tuvo ese caso?
4.- ¿Se acuerdan que, hace ya seis meses, se publicó que “en unos días” se habría de procesar a la exprocuradora Marisela Morales por irregularidades en su gestión, particularmente en el tema del pago de recompensas?
5.- Imposible no recordar, por supuesto, el caso Elba Esther Gordillo. Sólo un dato: fue acusada de usar recursos del sindicato para su beneficio personal, pero el que era su secretario de Finanzas, Juan Díaz, ahora es el máximo líder del SNTE. Siempre me “sorprenderá” que no se haya enterado de nada.
6.- De todos los exgobernadores acusados de desvío de recursos (esta columna se inauguró contando el caso de Amalia García), sólo el tabasqueño Andrés Granier está preso. Los demás viven tranquilos. Ahí está el caso de Marco Adame, de Morelos, sobre quien se informó del presunto manejo irregular de mil 700 millones de pesos. Nomás.
7.- Ni qué decir de Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato petrolero, y cliente frecuente de las páginas de medios mexicanos, cansados de exhibir sus gastos y los lujos de su familia. Ahí sigue, aunque en las negociaciones de la reforma energética casi no se apareció.
8.- ¿Se acuerdan de la red para ganar votos, que armó el gobierno de Veracruz con programas de la Secretaría de Desarrollo Social federal? ¿Algún detenido? Ninguno. Tampoco de los casos de turismo electoral, que se denunciaron en el proceso local de esa entidad.
9.- Quizá uno de los espacios de mayor impunidad y también de opacidad que hay en México es el Poder Judicial. Jueces que liberan narcotraficantes (obvio, el caso más sonado fue el de Rafael Caro Quintero), otros que sentencian inocentes (recuerden a Patishtán) y unos más que son acusados hasta de recibir sobornos. ¿Cuántos sancionados?
Y podríamos seguir.
Por ejemplo, quizá deberíamos incluir en esta lista promesas incumplidas por el presidente Peña Nieto, como regular el gasto en publicidad gubernamental, que el año pasado se calcula en más de cuatro mil millones de pesos (faltan algunas semanas para conocer la cifra) o investigar y sancionar a los responsables del incendio de la Guardería ABC o la impunidad de miles de asesinatos, incluidos los de periodistas y defensores de derechos humanos.
Esto último es quizá la marca que debemos subrayar: impunidad. Y a nosotros –todos- nos recordar, insistir, presionar.
Termino con un párrafo de un tema personal (y me disculpo por ello), que ya había tratado en este espacio: ya se van a cumplir cuatro meses del secuestro y asesinato de mi primo Javier Guerrero Zarur. Por supuesto, no hay detenidos.
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