Cuando la banda de Rock and Roll más mediática del mundo visitó por primera vez México, Luis Gerardo Salas -entonces director de Rock 101 y uno de los artífices de su visita- le preguntó a Bono y The Edge sobre su futuro. Reflexionó sobre la decisión de Sting y The Police tras el impacto y maestría de Sinchronicity de desintegrar la banda.
The Edge le dio vueltas a la respuesta y terminó por decir que le quedaba mucha cuerda a la banda. Cuerda, sí, innovación es otra historia.
A partir de esos principios no enteros, los irlandeses han intentado demostrar que son relevantes, importantes, influyentes, dominantes y hasta poderosos. Todo desde el mismo punto que abrieron en los noventas.
Y, en todos, ha sido cuesta abajo.
No ha existido una gira tan poderosa como Zoo TV para ellos. Pop Mart fue un chiste mal entendido, el Elevation no tocó lugares claros de influencia por diversos motivos, el Vertigo dio un poco de nausea y el 360 era un gran show con poca carne. Y en la historia musical, el camino es muy cercano. Pop fue mal recibido. Todo mundo entró en el tren del mame del estreno de aquella Discoteque del 97 para al final, desinflarse de rápida forma; el All That You Can´t leave Behind no produjo la revolución anterior; How to Dismantle an Atomic Bomb causó vértigo y No Line in The Horizon no emocionó a nadie.
En el camino, Bono se transformó en la voz de las buenas conciencias donde la construcción idiomática deja espacio a la demagogia y el lugar común. Político con credencial de músico, Paul Hewson muta de piel. Imperdonable para una generación entera de escuchas.
Ahora, apoyados por Apple, lanzan un disco que es gratis pero no para ellos. Bono y compañía acuerdan que la empresa de Cupertino lo regale a millones de usuarios (500 más o menos) de ITunes, pero no le pierde.
Apple le debe de pagar a U2, apoyar en su próxima gira y comprar una pauta multimedia mundial para que se sepa de la existencia de Songs of Innocence. Negocio redondo como el disco físico que saldrá el 13 de octubre.
Negocio que muestra las costuras. Usuarios de Apple se enfurecen por el regalo. No todos somos uno y menos uno que le guste U2 o en lo que se ha transformado el grupo.
Ahora, hasta existe un botón para borrar, para siempre, la marca del disco en tu colección virtual de música. Expulsión del paraíso alternativo por ser demasiado comerciales.
Lo que nunca hubiera pensado, en los 80, aquella banda de Dublín.
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(GONZALO OLIVEROS / @goliveros)