Un mes sin ti, Rubén, Rubencillo, y sigo viéndote por las calles, pensando que eres alguno de los fotógrafos que me topo. Sé que no soy la única a la que te apareces, como si nos pidieras que no te dejemos, que te sigamos e investiguemos tu asesinato y de Nadia, Mile, Alejandra y Yesenia, que vayamos contra las leyes de la probabilidad y contra los mecanismos de la impunidad hasta esclarecer lo que quieren ocultarnos.
La procu capitalina, tan igual a la veracruzana, ensució su homicidio con filtraciones y mentiras criminalizantes. No indagan las amenazas que te obligaron a refugiarte en el Deefe. Ahora Duarte se dice víctima del crimen: ese gobernador que los amenazó, estigmatizó y confrontó; que compró festivales y un premio intentando lavar su imagen, y al que tú y Nadia responsabilizaban de su muerte presentida.
Te traté poco, Rubén, y lo lamento. Ahora miro tus fotos para conocer tu mundo y sus colores a través de tu mirada. Desearía imprimirlas, convertirlas en postales-antiolvido, exponerlas en plazas. Por ti supe de Nadia, “la niña de azúcar citadina”, luminosa, valiente, inteligente, a quien me perdí de conocer en vida.
Con tu homicidio quedaron instalados varios mensajes de terror ejemplificante: “No importa qué cubras, ni el medio para el que trabajes, ni si huyes al DF o si denuncias tus amenazas ante la prensa, organizaciones o gobierno, porque nada podrá salvarte”.
Varios colegas dieron acuse de recibo y abandonaron sus proyectos. Algunos piensan abandonar Veracruz, otros, el periodismo. Varios veracruzanos, acá y allá, recibieron advertencias o llamadas anunciando que serán los próximos; estrategias ya conocidas para esparcir el miedo.
Tu asesinato dividió redacciones: los reporteros que exigen justicia vs. los que ven normal que maten colegas. ¿En verdad tu crimen fue mala suerte? ¿Por qué el cochinero y la resistencia a indagar la pista veracruzana? ¿De plano no les dice nada que no querías ser el muerto #12 pero fuiste el 14?
Un grupo de 600 periodistas, artistas y escritores mandamos a Peña una carta y envolvimos con las firmas la portada de El Universal exigiendo se investigue tu/su asesinato, se ponga atención al móvil jarocho y se revisen los mecanismos de (des)protección a periodistas. Ya suman 733,061 firmas.
Tus compas en Xalapa cumplieron tu sueño de fundar “Voz Alterna” y a través de ese medio revelan el Veracruz silenciado que denunciaban tus fotos. Lo elaboran tus amigos, valientes, aguerridos, siguiendo tu consejo: “Puño arriba y frente en alto, que lo que hacemos es digno”.
En tu velorio conocí a varios, y a tu novia, tu familia y tu perro. Tus amigos dejaron sus cámaras sobre tu tumba, muertos por dentro. Tu hermana llevaba al cuello la acreditación que te dio el INE para cubrir las elecciones, nos habló de ti, y tras agradecer la compañía a tantos fotógrafos se despidió con un sentido “cuídense mucho”.