Seguro tendremos movilizaciones variopintas: quienes rememoran ese sangriento 2 de octubre, de un 68 que aún palpita; quienes encuentran en la efeméride la ocasión disonante para tomar calles; quienes aprovechan para dar rienda suelta a las patadas voladoras contra cualquier objeto sospechoso de pertenencia ajena; quienes… En fin, que la Ciudad de México da para eso y más (y quien lo dude que revise la elasticidad de la paciencia chilanga ante las embestidas de avenidas tomadas).
A saber si las recientes movilizaciones de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional –Poli pa los enterados– sumen a las manifestaciones de este jueves. Ya veremos si la pericia del Secretario de Gobernación (hoy conocido como “Chong”) desactivó esa parte de la inquietud urbana. Quién se imaginaría que a dos días del 2 de octubre que no se olvida, y a poco más de 2 años de la explosión del #YoSoy132, un Secretario de Gobernación, priista, sería aplaudido por estudiantes en protesta y de una institución pública de educación superior. Times they are changin’… reza el clásico manido.
Puede ser que hoy vivamos un día caótico en la Ciudad de México. Habrá manifestaciones más o menos ancladas en el pretexto original de ese 2 de octubre que no se olvida. Pero con todo e impericias, pericias, tomas pacíficas de espacios públicos, patadas voladoras y un indignado etcétera, siempre preferiré un país que pueda movilizarse y quiera tomar las calles. Por eso también, el 2 de octubre no se debe olvidar.
Jamás.
(Gabriela Warkentin / @warkentin)