En un mundo atribulado como en el que estamos viviendo, muchas veces los más pequeños de la casa pueden ser los que más sufran las consecuencias del estrés
Por Ana Paula Domínguez
El estrés y las tensiones en los niños puede deberse a múltiples factores, entre ellos los más comunes son:
Divorcio o separación de los padres.
Maltrato físico.
Nacimiento de un nuevo miembro de la familia.
Vivir en un ambiente en donde los padres viven estresados o no hay armonía.
Exceso de actividades extraescolares.
Pasar mucho tiempo en el coche o tener un ritmo de vida muy acelerado.
El cambio de escuela o de grado escolar.
Ser ridiculizado por los compañeros en la escuela.
No sentir el reconocimiento, aprobación o amor por parte de los padres.
Hoy te comparto varias alternativas que pueden ayudar a reducir el estrés infantil, recordando que los primeros que debemos de aprender a manejarlo somos nosotros, los que vemos por ellos.
Dar tiempo de calidad
La creadora del programa Child play yoga, Guru Dass Kaur señala que “para reducir el estrés de los niños es importante que los padres den toda la atención a sus hijos. No importa si son 5 minutos, 15 o 50 minutos, pero el hecho de que el padre escuche a su hijo y este con él en total presencia será muy benéfico no solamente para reforzar su seguridad y autoestima, sino que además se sentirá protegido.”
Musicoterapia
El sentido del oído es muy importante para los niños. El médico Dieter le Noir afirma que el ruido es uno de los factores que hace que se presenten alteraciones en el sueño y en el estado de ánimo, ya que el oído es el primer sentido que se desarrolla en el útero y tanto los bebés como los niños son muy vulnerables.
Desde exponer a tu hijo a que escuche música clásica, mantras o música de relajación o hasta llevarlo a sesiones de musicoterapia, puede ayudar para que se relaje. La música ayuda a que los niños mejoren su capacidad de poner atención y tengan una sensación de bienestar general.
Aromaterapia
Los aceites esenciales relajan el cuerpo, la mente y las emociones. El uso de la aromaterapia para los niños es una excelente herramienta para el tratamiento del estrés. Para que la aromaterapia funcione adecuadamente, es preciso evitar los aceites esenciales que tengan ingredientes sintéticos o que no estén hechos en una base mineral. Además, para que la aromaterapia funcione de forma óptima es necesario mezclarla con agua, glicerina o miel de abeja.
Aromatizante natural anti-estrés
En un recipiente que tenga rociador, agrega agua destilada. Aplica 8 gotas de aceite esencial de lavanda y 8 gotas de aceite esencial de cedro o melissa. Mezcla bien y aplica 4 o 5 veces en la habitación de tu hijo o sobre su almohada. Es importante mencionar que la aromaterapia no es recomendable para niños menores a 1 año.
Yoga
La práctica del yoga tiene un impacto positivo sobre el sistema nervioso central. Puedes practicar la postura Viparita Karani, que es muy simple. Idealmente se recomienda practicarla sobre el piso o sobre la cama. Simplemente pide a tu hijo que apoye las piernas sobre la pared y que tome cinco respiraciones profundas, inhalando y contando mentalmente hasta cinco, reteniendo el aire 3 tiempos y exhalando lentamente contando cinco. Esta postura invertida fomenta la circulación sanguínea y es ideal para conciliar el sueño y dormir profundamente.
Flores de bach
La terapeuta Gabriela Olmedo explica que las flores de bach ofrecen un apoyo natural para relajar a los niños en las diferentes etapas de la vida. Para reducir el estrés recomienda la flor Impatiens que ayuda a relajar al niño y a hacerlo más tolerante.
Rock Water la recomienda para niños que son tensos y perfeccionistas. Y por último recomienda White Chestunut para niños que tienden a preocuparse mucho. Adicionalmente existe un remedio floral conocido como Rescue Remedy que es ideal para cuando hay un momento de estrés o tensión muy fuerte.