María del Rosario Morales, académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina, llamó a la población a estar consciente de la existencia de la enfermedad
La lepra en México no está completamente erradicada, ya que en 28 estados todavía hay varios casos, y por ello, la académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María del Rosario Morales, llamó a la población a estar consciente de la existencia de la enfermedad.
“Tenemos que prevenir esta enfermedad y una vez que se diagnostica, dar tratamiento, pero no olvidarla, porque si lo hacemos, cuando menos lo esperemos, vamos a tener una multiplicación de casos. La lepra puede prevenirse, controlarse y curarse”, señaló.
En un comunicado, la UNAM recordó que en 2023 la Secretaría de Salud emitió una alerta en el país, por el registro de 618 casos en vigilancia postratamiento y 300 en tratamiento, al cierre de 2022 en 28 entidades de la República. En Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán hubo municipios con una tasa de prevalencia mayor a un caso por cada 10 mil habitantes.
La especialista explicó que las detecciones son menores en comparación a décadas anteriores, sin embargo, advirtió el aumentó de la prevalencia, indicativo de una tendencia a la alza.
¿Qué es la lepra?
Morales Espinosa explicó que la lepra es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium leprae y es de muy lento crecimiento. Su transmisión es por contacto estrecho, aunque se desconoce si es a través del contacto piel a piel, piel a mucosas o si a través de las secreciones de la nariz se arrojan cantidades de bacilos suficientes para inocular el agente infeccioso.
Una de las primeras manifestaciones son las lesiones en la piel, que suelen ser manchas descoloridas, rojizas o con bordes activos, pero el signo de alerta es la falta de sensibilidad en la zona, señaló.
“El bacilo también puede invadir más profundamente o hacia los lados del tejido; si lo hace en glándulas sebáceas, las lesiones se observarán resecas; si hay afección de glándulas sudoríparas, se pierde la humedad en la zona comprometida; el bacilo tiene afinidad por los troncos nerviosos, apreciándose engrosamiento de los troncos afectados y, por lo tanto, pérdida de la sensibilidad en toda la zona que inervan”.
¿Qué hacer en caso de posible contagio?
La académica recomendó que en caso de sospecha de lepra o habitar en una zona donde hay casos, es necesaria la exploración de toda lesión dérmica para determinar presencia o ausencia de sensibilidad al calor o frío y después al dolor.
“Ante la sospecha de lesión a causa de lepra se debe canalizar a la persona con un especialista a un centro de dermatología para que le realicen estudios posteriores de confirmación”, añadió.
Tratamiento
Aunque la experta precisó que en México se reportan con mayor frecuencia casos de lepra tuberculoide y es, hasta cierto punto benigna, depende del sistema inmune de cada individuo, “para controlar la replicación del bacilo confinándolo a un granuloma y sin tanta destrucción de tejido”. También existe la lepra lepromatosa, que es la forma maligna, y se manifiesta sobre todo en continentes como África y Asia.
Explicó que el padecimiento es curable y el tratamiento depende del tipo y su evolución, el cual consiste en el suministro de medicamento conformado básicamente por dos fármacos combinados, bajo vigilancia por 12 y hasta 24 meses, según la gravedad del caso.
