Con la medida, legisladores del Congreso de la Ciudad de México buscan que existan tratamientos accesibles para parejas estériles que quieren tener hijxs
Vivimos en una época en la que cada vez más adultxs optan por una vida sin hijxs. Se habla ya de las parejas DINK, acrónimo que significa dual income, no kids (en español, “doble ingreso, sin hijxs”). O que es lo mismo, parejas con ingresos estables y sin proyectos de natalidad en el presente o a futuro.
Hay otras, sin embargo, que sí quieren bebés, pero no pueden tenerlos, un fenómeno que la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en abril de 2023 como “un importante problema de salud pública en todos los países y todas las partes del mundo”.
De acuerdo con el organismo internacional, la infertilidad afecta a 17.5% de la población adulta en el mundo, es decir, aproximadamente a una de cada seis personas. Y en México, se estima que 1.5 millones de parejas en edad reproductiva padecen infertilidad, entendida como la incapacidad de concebir de forma natural después de un año de tener relaciones sexuales sin protección.
En este contexto, el pasado 14 de agosto la Comisión Permanente del Congreso de la Ciudad de México aprobó por unanimidad un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Salud federal (SSa) a que considere la infertilidad como un problema de salud pública. El exhorto fue promovido por legisladorxs de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), aunque todas las fuerzas políticas lo respaldaron.
En entrevista para + Chilango, Raúl Torres Guerrero, promovente del punto de acuerdo, considera que la infertilidad debe ser considerada al nivel de una enfermedad crónica: “Así como se atienden las adicciones, la diabetes, la obesidad u otro tipo de enfermedades crónicas, se debe de poner en la agenda pública”.
Agrega que se trata de un problema cada vez más creciente, “lo que pasa es que la gente no sabe que puede caer en ello hasta que entran en el proceso de ser mamá o papá”.
Hay que decir también que la iniciativa panista busca incentivar el bono demográfico y, en palabras que el legislador albiazul externó a los medios el martes pasado, “que así como hay una libertad al derecho de decidir en la interrupción del embarazo, también debería existir un mismo esfuerzo para el tema de infertilidad”.
Si bien Acción Nacional, que se ha caracterizado por oponerse a las reformas sobre los derechos reproductivos de las mujeres, busca promover parte de su agenda, también es cierto que la OMS ha urgido a las naciones a aumentar el acceso a una atención de la infertilidad asequible y de calidad para quienes la necesiten.
“Millones de personas afrontan gastos catastróficos para tratar su infertilidad, lo que hace de esta cuestión un importante problema de equidad y, con demasiada frecuencia, una trampa que empuja a la pobreza.
La mejora de las políticas y la financiación pública facilitaría considerablemente el acceso a los tratamientos y puede proteger a los hogares más desfavorecidos para que no caigan en la pobreza”, declaró en 2023 Pascale Allotey, Directora del Departamento de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS.
Buscan tratamientos asequibles
Torres Guerrero advierte que en caso de no considerar este trastorno reproductivo como un problema de salud pública, sólo las parejas con recursos suficientes tendrán posibilidades de acceder a servicios para tratar la infertilidad, mientras que las de menores ingresos verán perdida su oportunidad de ser padres ya que el costo de los tratamientos ronda los 450 mil pesos.
“Lo necesitamos poner desde la Ciudad de México y a nivel federal para que en todos los hospitales del sector Salud y del IMSS Bienestar ya se vea esto como uno de los problemas que se deben atender, como otra enfermedad crónica, y que no sea nada más para la mujer, sino también para el hombre”.
El costo para tratar la infertilidad no es el único tema que preocupa, también lo es el tiempo que tarda la atención. Conseguir la primera cita médica para la detección puede demorar tres meses y, una vez iniciado el proceso, pueden transcurrir hasta tres años para su culminación.
Este periodo es crítico, ya que podría rebasar la edad de fecundidad de una mujer, la cual disminuye aproximadamente 30% entre los 30 y 35 años y 50% a los 40 años en relación a una joven de 20 a 24, de acuerdo con la Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia y Ginecología (Femecog). “Que los tiempos de respuesta y atención sean muchísimo más rápidos, porque vamos a contra reloj”, señaló el diputado.
Otros aspectos que incluye el exhorto son dotar de presupuesto suficiente a todas las instituciones de salud que intervienen en dichos tratamientos y evitar la exclusión en materia de género y edad.
El punto de acuerdo es un primer paso para la creación de iniciativas de Ley en la próxima legislatura capitalina para dotar de recursos a la atención de la infertilidad.
+Datos
- 15 millones de espermatozoides por mililitro necesita producir un hombre para considerar una fertilidad sana, de acuerdo con especialistas de la UNAM
- La infertilidad es un problema multifactorial, sobre todo por hábitos como la alimentación, la exposición a contaminantes en el ambiente o incluso el estrés
- Argentina y España son países que ya garantizan el acceso de sus ciudadanos a la fertilidad