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16 de julio 2024
Por: Xally Miranda

¿Ya revisaste el estado de tus electrodomésticos?

Puede dar flojera, pero acciones tan básicas como saber instalar y limpiar estos aparatos electrónicos en tu hogar te puede ahorrar un gasto extra y hasta salvaguardar tu salud o tu vida; por eso el énfasis en cuidarlos

Cuidar desde la instalación hasta el mantenimiento de los electrodomésticos tiene beneficios que no sólo ayudan a darle un pequeño respiro al planeta. Piensa tan sólo en que, si procuras la vida útil de estos, aplazas una sustitución que llega a costar miles de pesos y hasta evitas accidentes. Así que poner atención en acciones obvias o nuevas tiene ventajas que aquí nos empeñamos en recalcar.

El primer paso: la instalación


La instalación correcta de los electrodomésticos garantiza un funcionamiento óptimo y seguro. Cuando se realiza de manera adecuada, se minimizan los riesgos de accidentes como cortocircuitos, sobrecalentamientos o incendios. Para cumplir este punto es fundamental seguir las instrucciones del fabricante y, en los casos en que se requieren conexiones especializadas (como pueden ser de gas o agua), recurrir a profesionales capacitados.

Otras recomendaciones surgen al revisar casos particulares. Por ejemplo, los refrigeradores siempre deben de colocarse separados de la pared un mínimo de 10 centímetros para que el condensador funcione bien. Además, necesitan estar nivelados y alejados de fuentes de calor porque, de lo contrario, se pueden dañar.

El segundo paso: la limpieza


Limpiar los electrodomésticos es una cuestión de durabilidad, seguridad y salud. Sin la higiene adecuada pueden convertirse en focos de contaminación por bacterias o moho, o en un peligro latente. Por ejemplo, un horno con restos de grasa aumenta el riesgo de incendio, al igual que una lavadora con filtros obstruidos puede no lavar bien la ropa.

Lo ideal es asearlos una vez al mes, siempre desconectados. En realidad, la constancia en la limpieza depende del uso que les demos, como pasa con los hornos, que de no quitar la grasa esta se incrusta más cada vez.

Actualmente existen productos especializados que hacen la tarea más fácil, como los desengrasantes o los descalcificadores, pero de no conseguirlos, nunca faltan los básicos: bicarbonato de sodio, vinagre o jabón líquido diluido en agua. Asimismo, enfócate en los espacios de difícil alcance. Muchos aparatos tienen partes desmontables; saber cuáles y cómo quitarlas depende de lo que digan los instructivos.

El tercer paso: el mantenimiento


El mantenimiento regular es la clave para prolongar la vida útil de los electrodomésticos. Este cuidado preventivo no sólo asegura un funcionamiento eficiente, sino que también puede prevenir reparaciones costosas o la necesidad de reemplazar equipos prematuramente. Va muy de la mano con la limpieza, pero también implica pensar en formas de proteger los aparatos de posibles peligros o fallas.

Tareas simples como la limpieza de filtros, la revisión de sellos en las puertas, evitar las cargas excesivas o la eliminación de obstrucciones generan una diferencia. Los beneficios van más allá de la economía personal, pues contribuyen a la reducción del consumo de electricidad, agua o gas. Por cierto, algunos de los electrodomésticos más modernos incluyen alertas que indican cuándo implementar ya mantenimiento de rutina o sustituir alguna pieza.

Otro detalle que no debe pasarse por alto, sobre todo en época de lluvias, son las cargas eléctricas. Nunca está de más invertir en reguladores de voltaje o no breaks para evitar fallas, así como desconectar aquellos aparatos que no estén en uso. Es igual de importante cuidar que no haya humedad cerca de los equipos conectados; recuerda que esto también representa un riesgo para ti.

Algunos tips


Refrigerador: límpialo con soluciones desinfectantes tanto por dentro como por fuera. Utiliza esponjas, toallas de papel o trapos de microfibra. Tampoco olvides la parte trasera, que puedes asear una vez al año; usa un cepillo de dientes y una aspiradora para las rendijas del condensador, y un hisopo de algodón para el orificio de drenaje. Asegúrate de que todo esté seco antes de volver a conectar. Cuida que la temperatura quede en los 4 gradcos centígrados.

Lavadora: debe efectuarse mantenimiento tres o cuatro veces al año. Para el interior, realiza un ciclo de lavado con tambor vacío, agua caliente y tres a cuatro tazas de vinagre o una taza pequeña de cloro; con este último se recomienda poner un ciclo extra de enjuague para que no queden rastros. Para el exterior, pon énfasis en las zonas difíciles, es decir, usa un trapo y un cepillo de dientes para limpiar los cajones de detergentes, así como los filtros.

Plancha: como ocurre con los demás aparatos, nunca desconectes halando el cable, sino del enchufe. Una vez sin energía, para quitar manchas de quemaduras u óxido mezcla sal con vinagre en partes iguales y calienta a fuego suave sin que llegue a hervir, deja reposar un par de minutos y luego remoja un paño con el líquido para frotar la base.

Duran menos


El periódico WSJ comprobó que los electrodomésticos actuales se estropean con más frecuencia que antes, y su tecnología es parte de la razón, aunque su seguridad y eficiencia energética ha mejorado.

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