El elefante desborda la habitación… también en lo alimentario

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Por: Mariana Castillo Hernández
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La violencia en México sigue siendo el elefante en la habitación que vemos desbordarse y no es para menos: la libre expresión puede costar la vida si se causa alguna incomodidad. Según Artículo 19: 46 periodistas han sido asesinados y cuatro han desaparecido en este sexenio. En el anterior fueron 47 personas asesinadas y cuatro desaparecidas que se dedicaban a este ejercicio profesional.

Tanto grupos criminales como el gobierno y empresas son responsables de actos que a diario nos ponen los pelos de punta. El terreno alimentario está inmerso en esta vorágine. Nombrar es una manera de no olvidar, de no dar pie a la indiferencia: debe importar el derecho humano a una vida digna y segura.

Algunos hechos recientes:

  1. El asesinato de Jorge y Alberto Cortina, campesinos e integrantes del Movimiento en Defensa del Agua en la Cuenca Libres-Oriental, durante la protesta en contra de Granjas Carroll, en Totalco, municipio de Perote, Veracruz, el pasado 20 de junio por parte de policias estatales. (Días después, esta planta procesadora de alimentos fue clausurada luego de que se corroboró que afecta al ambiente y, gracias a información de Yadira Llaven Anzures de La Jornada de Oriente, se sabe que la Conagua le otorgó a dicha empresa cinco concesiones entre 2020 y 2024).

2. Las agresiones en Santa María Ostula, comunidad nahua en Michoacán, por diversos cárteles del narco y que, como explica el periodista Luis Hernández Navarro de La Jornada, “no son nuevas y se remontan a la década de 1970” y que “tienen que ver con el intento por despojar de sus recursos naturales a los campesinos y controlar el territorio de poco más de 25 mil hectáreas, con sus playas, la carretera costera, minerales como hierro, plata y oro, maderas preciosas y el paso a las regiones más escarpadas de Tierra Caliente”. (Él añade que las mineras tienen concesiones en ese territorio y que “existe un matrimonio de conveniencia” entre ellas y los cárteles).

3. El aguacate mexicano: el Departamento de Agricultura estadounidense bloqueó sus importaciones del 15 de junio al 1 de julio de 2024, informa Karina Suárez de El País, después de que un grupo del municipio de Aranza, Michoacán, retuvieron y golpearon a un par de inspectores estadounidenses quienes verificaban la calidad del producto a exportar. (Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes, aseguró en Aristegui Noticias que los productores han tenido que agregar el pago de peaje ilegal: el costo repercute en el precio final y el kilo aumentó un 40 % en tan solo dos meses).

4. El asesinato de Minerva Pérez Castro, presidenta de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola y directora de la empresa Atenea de Mar, el 8 de julio: ella denunció que la pesca ilegal había aumentado en Baja California los últimos años.

Un tema recurrente

El crimen organizado dejando sin pollo a Chilpancingo en Guerrero, los grupos criminales pelean el control de la Central de Abastos de la Ciudad de México y las balaceras en el mercado de San Cristóbal de las Casas en Chiapas fueron parte de algunos titulares en 2022.

En ese año investigadoras como Miriam Bertrán Vilà y Tiana Bakic Hayden organizaron el foro virtual Violencia, crimen organizado y alimentación, transmitido por YouTube, como parte del seminario internacional “Alimentación y sustentabilidad en las ciudades” para conversar sobre estos temas.

Un artículo relacionado en ese momento fue la La mesa sitiada: pensar la alimentación a la luz de la inseguridad, la violencia y el crimen en México, publicado en Nexos de julio 2022 por el Grupo de Trabajo sobre Violencia y Alimentación de la Red Latinoamericana de Alimentación, Cultura y Sociedad, conformado por las especialistas antes mencionadas y Paloma Villagómez Ornelas, Ayari Pasquier, Jessica Arellano y Sara del Castillo Matamoros.

En 2023 en ¿Qué alimentos han subido de precio por el crimen organizado? de Jair Ortega de la Sancha en Gatopardo se habló sobre los limoneros de Michoacán y las preocupaciones expresadas por la Confederación de las Cámaras Industriales debido a la inseguridad en el rubro del transporte y más.

¿Cómo nos afecta?

La violencia estructural trastoca nuestra cotidianeidad alimentaria: en temas económicos, hay inflación, en algunos casos, escasez; así como también se afecta nuestra soberanía alimentaria y sin duda, la ilegalidad también devasta los contextos bioculturales.

Pero lo más grave: muchas familias están rotas porque perdieron abrupta y trágicamente a alguna persona amada, muchas de ellas, defensoras del territorio desde sus trincheras. Decir un asesinato “más”, una desaparición “más”, un incidente “más”, no es normal y necesitamos soluciones y estrategias integrales por parte de las personas en el gobierno en turno y en el que vendrá.

El ejercicio de la memoria, la investigación periodística y académica, el análisis crítico, el activismo y la exigencia por la rendición de cuentas y la impartición de justicia son herramientas ciudadanas a usar.