5 de febrero 2025
Por: Brenda Raya

Terrazas agrícolas: una técnica milenaria de cultivo

Milpa Alta cuenta con un sistema de producción y paisaje biocultural que une siglos de historia, saberes ancestrales y naturaleza

Famosa por albergar una de las más vistosas celebraciones a los muertos así como eventos gastronómicos tan apreciados como la Feria Nacional del Mole o la del Nopal, Milpa Alta es una alcaldía que conserva un legado agrícola desde la época posclásica: un sistema que se basa en la producción de suelo fértil a través de la construcción de estructuras conocidas como terrazas agrícolas.

Esta tecnología consiste en producir una especie de llanos o terrenos planos sobre la inclinación de los cerros, a través de la construcción de vallas o cercas que nivelan el relieve. Tales construcciones retienen e infiltran el agua de lluvia, permitiendo los cultivos sin la necesidad del riego.

El sistema, también implementado por diversos pueblos originarios en el mundo, es considerado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) como un modelo de seguridad alimentaria indígena, pues “aporta una estrategia de adaptación a un medio de difíciles características y complejidades geográficas para la producción de alimentos nutritivos”.

En entrevista para + Chilango diario, la maestra en Estudios Regionales, Juana Sánchez, nos explica las características de estos sistemas agrícolas en Milpa Alta “Existen terrazas de tipo lineal o de contorno que siguen una línea recta bordeando las laderas y pueden ser cortas o largas dependiendo la loma. Las terrazas tipo presas, que desembocan en dos laderas y forman pequeñas presas; las de corrales, que forman pequeños espacios de contorno que tratan de rodear un espacio, terrazas que se hacen con magueyes, son conocidas como metepantles y su función también es la de retener suelo y agua”.

A su lado recorrí algunos terrenos donde apreciamos estas estructuras. La especialista explica la técnica de construcción: “La terraza la construyen con una técnica que es piedra-hueco o piedra en seco, como mampostería en cerco de piedras acomodadas para que se sostengan entre ellas sin ningún aglutinante. La función de la terraza es permitir aumentar el suelo para el cultivo y año con año te va reteniendo suelo y humedad. Estas terrazas no se riegan, es una forma muy sustentable de cultivar la tierra. No necesitas más que la tierra y lo que llueva en el año, lo que se retiene da para producir todo el año”.

La técnica de aparente sencillez, mantiene una escala humana en su manejo. Se construye y se mantiene manualmente. Así lo menciona Sánchez: “Los bordes son tan estrechos que la yunta es lo único que permite arar la tierra”. Estas construcciones pueden estar a lo largo de la superficie del cerro y lo mismo ser parte de los hogares. Además, algunas familias cuentan con estos sistemas como modelo de producción de traspatio, particularidad que ha permitido que en algunas partes de la alcaldía el crecimiento urbano conserve cierta armonía con el paisaje, ya que las casas y sus cultivos requieren patrones de construcción espaciosos. 

Historia agrícola viva

En el recorrido tuve la fortuna de encontrar a un hombre trabajando en la restauración de su terraza. El señor Agustín Pineda, originario de la zona y campesino de 77 años heredero de la tradición, explica: “Cuando sembraba así nomás, crecía bien poquito, ¿donde iba a enraizar la pobrecita milpa? ¡Ahorita mire ya los troncos que hay! Llegan a crecer hasta cuatro metros de alto ¡Unos elototes!”.

El suelo tiene un color saludable, la tierra conserva cierta humedad. A simple ojo evalúa: “Este año iniciaré la siembra en abril, hay suficiente humedad”. Agustín construye la cerca a ratos durante el día, es una labor pesada que requiere tiempo. El acomodo de la cerca es un proceso de fuerza y también meditativo, pues debe encontrar las formas que construyan una inmovilidad resistente a lo largo del tiempo.

Para este milpaltense el concepto de terrazas no le hace ningún sentido, les dice simplemente cercas, y resalta que la diferencia entre cerca y barda es que la segunda lleva mezcla de cemento y la cerca es el arte de acomodar una piedra sobre otra. Su oficio como albañil le permitió aprender técnicas de construcción de manera más precisa, sin embargo, el conocimiento sobre las terrazas es meramente heredado, es algo con lo que creció y gracias a ese saber ha mejorado año con año sus cultivos. Siembra maíz, algunas hortalizas y hasta árboles frutales.

Agustín vive a un costado de la vía vehicular y frente a su casa se encuentra un mirador con cierta afluencia de visitantes. A pesar de ello, el terreno conserva una atmósfera de campo, con nopales y magueyes por doquier sobre un suelo de tonos ocres y largas cercas de enormes rocas.

Para la maestra Juana Sánchez, quien ha estudiado durante años las terrazas agrícolas, la importancia de su conservación debe ser una prioridad, pues representa no sólo un modelo de producción de alimento sano, sino también una manera de contener la urbanización.

Las terrazas agrícolas son el equivalente de lo que las chinampas representan para Xochimilco: la relación con el territorio de una manera sustentable y armoniosa que persiste heroicamente en medio de una ciudad que se devora a sí misma.

El hecho de que los pueblos de Milpa Alta conserven su saber y mantengan un respeto con su entorno, no los exenta de carencias. Según el Consejo de Evaluación de la CDMX, es la alcaldía con mayor desigualdad en cuanto a satisfacción de necesidades básicas como agua, vivienda y seguridad social

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