El Guajolotongo una delicia culinaria para degustar durante el desayuno. Fotografía: Cuartoscuro
La gastronomía mexicana es conocida mundialmente por su gran sabor y variedad. Cada región del país aporta a la comida mexicana un sabor distinto, complementario al otro, desde las enchiladas potosinos, un buen caldo tlalpeño, unas quesadillas de huitlacoche, barcaboca, birria y podríamos continuar todo el día.
En el caso de la CDMX es bien conocida a nivel nacional e internacional por la famosa “garnacha” (comida que se consume regularmente en las calles, ya que este tipo de venta y consumo es muy común en el país). Joyas culinarias se pueden encontrar en puestos de la calle, mercados, zonas de oficinas, terminales de transporte, prácticamente donde tú quieras.
Lo bonito de la cultura “defeña” es innovar en la comida, buscar nuevos sabores, más combinaciones acompañados de nombres divertidos como la “manteconcha” (una combinación entre una mantecada con la pasta de azúcar que se le pone a la concha) o una “licuachela” (una cerveza bien helada servida en un vaso de licuadora dónde le puedes poner todos los sabores que se te ocurran, gomitas, tamarindo, ajonjolí, literalmente lo que sea).
Hoy les vamos a hablar de una joyita que ha sido furor en redes sociales entre Avenida Patriotismo y Holbien.
El Guajolotongo.
¿Qué es?
Una creación de Don Ángel dueño de un puesto de tamales y chilaquiles que juntos son un “guajolotongo”.
Vámonos por pasos, ¿cómo lo hace?
Lo primero que coloca es el tamal ya sea rojo o verde y después lo cubre con una buena cantidad de chilaquiles, le agregamos su cebolla, queso y crema.
Lo rico de esta combinación son la mezcla de texturas, la mezcla del sabor entre lo acido, lo picoso, la crema y lo crujiente de las cebollas.
El puesto de Don Ángel abre todos los días excepto domingos, procura ir temprano ¡porque se acaban!.