Un viaje musical único

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Por: Redacción

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Platicamos con Francisco Alanis “Sopitas” sobre su libro La música que nos define, donde entre bandas, rolas y datos curiosos encontramos temas que trascienden generaciones

Por Pamela Escamilla*


Francisco Alanis “Sopitas”, periodista y comunicador con el que gran parte del público chilango hemos crecido, lanzó el libro que a mucha gente le gustaría haber hecho: La música que nos define.

Se animó a escribirlo en diciembre de 2023, cuando un amigo le hizo entender que si iba a escribir un libro, no necesariamente tenía que ser un best seller o algo que fuera a cambiar la humanidad, sino que tenía que hacerlo de algo que a él le gustara.

Sopitas creció con radio y música durante las tardes después de la escuela y supo que quería hacer de este arte el punto central de su vida laboral la primera vez que fue a la cabina de Radioactivo, a los 16 años de edad. Su carrera ha evolucionado frente a nosotrxs como testigos y ahora presenta este libro.

“El mejor ángulo en el cual podría yo compartir algo relacionado con la música es como lo haría con mis cuates”, compartió en entrevista a Chilango.

¿Qué encontrarás en el libro de Sopitas?

La publicación de Francisco Alanis arranca con un test a modo de chismógrafo que te hará replantear algunos momentos de tu relación con la música, para después pasar a cómo los astros han sido fuentes de inspiración para grandes artistas, y a una serie de horóscopos muy pop.

“Curiosos, versátiles y latosos, los géminis se embarcan en un viaje musical sin fronteras. Su doble personalidad les permite brincar de un género a otro y son los clásicos que siempre te quieren presumir los nuevos artistas y melodías por descubrir”, es la descripción que viene de Géminis, signo zodiacal de Sopitas, en el libro. ¿Será?

En la publicación también encontrarás detalles sobre la creatividad, la invención del rock a cargo de Chuck Berry y mucho sobre la evolución de la música, incluyendo una línea del tiempo del reguetón hasta que llegó a ser la bomba mainstream que hoy conocemos. Todo, sin pretensiones ni aleccionamiento, pero sí con un fact checking completo y mucha claridad y humor.

También podrás sorprenderte con historias sobre el surgimiento de rolas icónicas como “Royals” de Lorde o “Satisfaction” de The Rolling Stones: puntos interesantísimos para leer en el baño o ser el alma de la fiesta, lo que tu personalidad te permita. Asimismo, incluye historias de portadas icónicas, como la del Dark Side of the Moon (1973) de Pink Floyd, favorita de Alanis; o la del Nevermind (1991) de Nirvana, primer casete que Sopitas se compró con su dinero.

La música que nos define también cuenta con espacios para los fandoms, festivales históricos y uno para el clásico “¿A los cuántos años supiste el verdadero significado de equis canción?”. No viene “Sweat (a la la la la long)” de Inner Circle, pero sí temazos de otros tiempos como “El apagón”, famosa en la interpretación de Yuri, y “La Macarena”, de Los Del Río.

No hay música buena ni mala

Con este repaso histórico, cultural y emocional sobre la música, Sopitas presenta en su libro una conclusión a la que nos costó décadas llegar (al menos a quienes somos más o menos de su generación).

“No se trata de música buena o mala, sino de música. Y si está ahí y es popular es porque está comunicándose o generando una reacción con un grupo de personas en específico”, reconoce.

“Lo que hay son gustos, y estos son personales. Entonces, decirle a una persona que su gusto está gacho, ¿y quién eres tú para decidir qué es lo que está bien o mal?”. A fin de cuentas, como lo señala Sopitas en el lema de su libro, esta no se crea ni se destruye, pero sí se transforma. Eso nos consta.

Reconoce que aunque la manera de disfrutar la música y sus formatos han cambiado, lo que nos genera en el cerebro y en el corazón no ha variado tanto. “Acabas consumiendo la música sin importar si es en un vinil o un CD, en una nube o en lo que sea. Al final acabas disfrutándola, bailándola y compartiéndola. Lo que te queda es eso: como esas canciones que te acaban marcando ciertos momentos”, concluye el autor.

*Texto adaptado para + Chilango diario